Me adentro en un mar encrespado
por el diurno vaivén de las mareas,
el agua me acoge en un blando
y acariciante abrazo.
Densos y oscuros basaltos,
salidos con furia de lo más profundo
del Averno, se enfrentan, como
gigantes a este mar, y yo en medio.
Contemplo el lance, de siglos,
no veo demasiada animadversión
en la lucha, creo que el agua
le dice al gigante al oído
"deja que te arranque un poco
de roca y tu me la tiras al agua
así mantenemos nuestro secreto"
Ahora la marea esta alta y en calma,
Yo sigo flotando boca arriba,
miro al gigante y veo caer
un gran trozo de basalto sobre el mar.
Equilibrio cósmico, fuerza inmanente,
estabilidad, naturaleza compensada.
La humana condición siempre despistada.