Me adentro en un mar encrespado por el diurno vaivén de las mareas, el agua me acoge en un blando y acariciante abrazo. Densos y oscuros basaltos, salidos con furia de lo más profundo del Averno, se enfrentan, como gigantes a este mar, y yo en medio. Contemplo el lance, de siglos, no veo demasiada animadversión en la lucha, creo que el agua le dice al gigante al oído "deja que te arranque un poco de roca y tu me la tiras al agua así mantenemos nuestro secreto" Ahora la marea esta alta y en calma, Yo sigo flotando boca arriba, miro al gigante y veo caer un gran trozo de basalto sobre el mar. Equilibrio cósmico, fuerza inmanente, estabilidad, naturaleza compensada. La humana condición siempre despistada.
