Fascinaste a aquellos que,
desplegando velas
por las saladas aguas,
navegaron hacia lo desconocido
hasta que,
exhaustos y deslumbrados
por tus acantilados blancos,
acercaron a la costa
cóncavas naves
empapadas ya sus maderas.
Deudores de los dioses,
tallasteis fosilíferas rocas
elevándolas majestuosas
construyendo así,
una arquitectura votiva,
grata a los insaciables destinatarios.
¡ Esfuerzo humano
para satisfacción divina !

Olalla en prosa y tú en verso hacéis que no nos olvidemos de nuestros orígenes. Gracias
Me gustaMe gusta