El presente se traga el futuro a cada instante,
mientras, inútilmente, esperamos que este llegue.
Sentados mirando irse en el ocaso el día,
aguardamos que vuelva renovado al alba.
Lo llamamos mañana y cuando llega es hoy.
Carente de inquietud al presente pasado se parece,
así perdido ahora el nombre, se diluye nuevamente
en una esperanza y angustia ignoradas,
los dos fruto del engaño de los sentidos,
el hoy lo llevan los recuerdos al olvido,
el mañana habita en las regiones de la nada.

Preciosa reflexión sobre el tiempo, ese gran enigma
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Por eso solo encontramos la paz en la quietud del ahora.
Así lo siento yo.
Voy a memorizar los cuatro últimos versos.
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Encadenados para siempre a esa percepción de tiempo y espacio, anhelamos trascender y creamos. Y un poeta lo describe en un hermoso poema. ¡Te felicito!
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Gracias a las tres por leerlo y dejar esos guapos comentarios
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