Sobre un sillón con reposapiés, descanso. En el brazo izquierdo sólo un pinchazo, conectado a varios frascos, que, con cadencia programada, dejan caer gotas lentamente en mis venas. Pienso en tu sonrisa. Me lleno de energía Nada sería igual sin saber que la desconexión supone el encuentro.
