En pleno y frío día de invierno
casi sin darme cuenta
se presentó tímidamente la primavera
Y una sensación de renacimiento
recorrió, reconfortante, todo mi ser.
Pero poco había alrededor
que justificará que ella estaba.
Aún los árboles desnudos,
las aves frías en el río,
las cumbres blancas de nieve
y el frío invernal azotando las mejillas.
Tan sólo un salguero en la orilla,
mostraba unos incipientes brotes blancos,
que pronto estallaran como flores abiertas,
y allí me pare a contemplar anhelante,
el aviso de que inexorablemente llegara.
la que me había hecho estremecer
