Paso bajo tu triunfo reconfortado sintiéndome ungido innecesaria ya la mirada que controla lo que impide caminar, La arquitectura es el útero conocido. Ya dentro toda mi arquitectura descansa. Es la otra la que sustenta toda la estructura Y así, se relajan todos los contrafuertes, columnas, pechinas, arquivoltas y bóveda, dejando expandirse los elementos, sin forma, que su oquedad cobija. Dejo de ser ella para sentirme dentro de ella. Como un elemento más de su composición. En una relación intima, sin la que ella, no tendría razón de ser y me entrego a su amoroso abrazo.
