Al equipo de Vestigia
Hay palabras solas, nadie las usa,
esperan en un silencio florido.
No son materia, ni tiempo,
guardan en su interior
esencias dispuestas a salir
de su frasco y expandir su aroma.
Alguien, alguna vez las usó,
luego, aquí o allá, donde estuvieran,
quedan atrapadas en el olvido
donde no llegan los usos del lenguaje.
Pero el oxidado recuerdo asalta,
en vociferaciones de frases, surge
con su música, del vacío, fugaz,
mostrando su belleza plena,
imposible de tocar,
adornando con su brillo aroma,
a donde las palabras van.
Mágico son sus versos, mereció la pena la espera.
Cada sílaba, vocal, silencio entre ellas susurran al corazón imágenes que nos ilumina el amanecer del día que se reciben
Gracias
«Palabras moribundas» .
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Yo tengo algunas guardadas junto a la memoria de mi abuela, pero surgen cuando quieren o solo cuando se ven necesarias.
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Entrañable
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Maravilloso y qué buen aroma tienen tus palabras.
Gracias por inundarnos de belleza
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Y tu con la capacidad de verlos, sentirlos y hasta olerlos…
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Mágico son sus versos, mereció la pena la espera.
Cada sílaba, vocal, silencio entre ellas susurran al corazón imágenes que nos ilumina el amanecer del día que se reciben
Gracias
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Ayer precisamente se leyó este poema en Oviedo en la presentación de un libro-investigacion sobre toponimia de una zona de Asturias.
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La sensibilidad y la hondura del poema
nos acerca al lenguaje y a preservar las palabras usándolas con mimo.
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