La innumerable llegada de las olas
a esta orilla donde el crepúsculo acosa
anunciando la noche con voluntad de sombras,
sabiendo el fin determinado
por lugares que nunca podrás ver,
es el mar en esta tarde, ya esperada,
el que alienta, ilumina y pone música
a este tránsito fenómeno del universo,
difícil de explicar las causas. Vano empeño
de remover las cenizas del pasado,
sin certeza de un futuro ya esquilmado
Me llevo de la última ola que a la orilla llega,
su desnuda frescura, refuerzo de la naturaleza,
a la que por completo me entrego.