Amanece el día como una desteñida noche
Sonidos del aire frío estremecen las rocas,
nacidas lentamente en someros mares,
y el viento se eleva llevando
descoloridos trazos de mar azul
con olor a sal y ensoñaciones
hacia el mar invertido de igual color,
donde, como peces, nadan las aves.
Se adentra el acuoso azul hacia la orilla,
donde desvirtúa su color la arena,
y es solo agua cuando, con la mano,
atrapar intento el color inexistente
