Abedules

El verde plateado de los abedules

tiembla con la ligera brisa de la tarde,

en un conjunto de naciente primavera

bien anunciado por los cerezos.

¡Cómo han crecido los abedules!

Cercano queda el día,

en que, arrancados de

su ubicación sin futuro,

los planté cerca de mi vista.

Ahora, contemplo asombrado

su porte, frondosidad,

blanquecina y rosada  piel.

Debajo, un pequeño sotobosque,

donde las hojas otoñales,

perduran aún en medio de

la explosión primaveral que lo domina,

recuerda, a las que en lo alto vibran,

que pronto ellas

contemplarán también

la primavera desde abajo.

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