Por mucho que me adentre en la espesura
no acierto a comprender
¿Qué me dice el roble cuando
me apoyo sobre su robusto tronco?
No entiendo al haya y sus hojillas
tiernas en primavera, bailando
al son de de una silenciosa música
orquestada por una imperceptible brisa
El laurel que encierra a Dafne y sus laureles
gloriosos para las sienes del atleta.
El misterioso tejo, envuelto en nubes
de lo incomprensible para el hombre.
Al ginkgo atesorando tiempo,
¡tanta sabiduría de lo vivido!
Quiero comprender su mensaje
escrito en sus hojas, lo pierdo cada otoño
sin entender el lenguaje…
