El mar

Tendido al lado de tu espectáculo

me llega el salado de tu azul transparente

diluido en el aire que me acaricia.

Los blancos me mecen al vaivén de las olas

y estas, exhaustas, llegan rendidas y silenciosas a la orilla.

En el horizonte, lleno, inmenso, infinito

la ruidosa inmensidad cabalgando,

estallando los belfos desbocados,

en espumas horizontales, 

que acosan al ardiente amarillo.

Insistente multitud de mar.

Infinito movimiento…

inmensa vasija en cuyo borde contemplo

el fuerte bóreas y la luna saliendo…

2 Comments

  1. Hoy nos traes el mar,ya tan cantado,siempre el mismo y siempre distinto y me llega a los pies en la ciudad seca.El salado del azul de tu mar de Salinas o de Grecia.Y me entran ganas,ay,de subirme a ese caballo desbocado un ratito,aunque estemos,desgraciadamente , destinados a estar al borde de lo inmenso siempre.
    Y me llegan los ecos de la duda de Alberti «el mar,la mar, solo la mar»
    O ese bellísimo verso que lo homenajea «el mar – la mar- como un himen inmenso» de Blas de Otero ,que nunca,nunca,desentrañaremos del todo,por su insistente multitud, pero cuya inefable belleza,nos es concedido disfrutar ,en vivo,o ,como hoy yo,a través de tus plásticos versos.Muchas gracias.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s