Funesta condición humana

Funesta, fatigosa, aborrecida
y odiada condición humana
que has permitido, que una parte,
muy pequeña de los tuyos, imponga
un dominio férreo sobre el resto,
alimentándose con divinales manjares,
danzando y cantando en hermosos coros
como sí de inmortales olímpicos se tratase,
mientras quitan lo esencial a la mayoría,
para mantener ese puesto en el Olimpo.
¿Hasta cuándo permitirás en tu seno,
estos comportamientos?
¿Serán las parcas capaces de eliminar
esa desviación, hasta que no quede
semilla para poder perpetuarse?
Ni los inexistentes dioses pueden
cambiar la situación, pues si existieran,
es probable que estuviesen de su lado.
El Olimpo es grande cabemos todos
y si es muy alto y da vértigo,
reunámonos en la llanura,
¡es inmensa! y todos estaremos
a la misma altura

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