Levántate. No es necesario mucho equipaje tan solo un poco de entusiasmo. Libre observación, sin limites a lo inmenso sin desdeñar lo mínimo, dejando la imaginación desatada. Y así viendo que el final tan ansiado del camino aparece a cada lado de la cuneta,
¡no existe el final!
Aquí y no allá están: la gota de rocío sobre la abierta rosa refrescante, la golondrina que vuelve a su nido, la melancolía, que a borbotones, circula por venas y arterias llevándote, medio exhausto, al borde del verso para empezar...
Precioso poema. 👏👏👏👏
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