El olor de las rosas se desvanece oculto en un horizonte incierto dispuesto a curar el pecho cuando a la honda soledad de la noche no llega más que negro tormento.
Va la noche hacia su muerte luminosa y el consuelo llega con viento claro. Estalla la mar en mis sentidos iluminando profundos sentimientos. Rocas emergiendo en la marea.
Alrededor, en busca de la flor, se extingue poco a poco el aroma. Ardiente el sol en lo alto, cubre de esplendor hasta lo oscuro Estrellas de la noche titilan flotando en el mar y la rosa volverá, cuando la necesite, a embriagarme con su aroma.
Me encanta.
Me gustaMe gusta