Aromas

El olor de las rosas se desvanece
oculto en un horizonte incierto
dispuesto a curar el pecho
cuando a la honda soledad de la noche
no llega más que negro tormento.

Va la noche hacia su muerte luminosa
y el consuelo llega con viento claro.
Estalla la mar en mis sentidos
iluminando profundos sentimientos.
Rocas emergiendo en la marea.

Alrededor, en busca de la flor,
se extingue poco a poco el aroma.
Ardiente el sol en lo alto, cubre
de esplendor hasta lo oscuro
Estrellas de la noche titilan
flotando en el mar y la rosa
volverá, cuando la necesite,
a embriagarme con su aroma.

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