En los confines del mundo, lugar donde tienen final todas las cosas, el aire paralizado asienta una noche inerte, con sombras aprisionadas sobre un lago. De los confines de la vida y agotados llegan con sus aguas varios ríos. Olvidando hasta sus orígenes llega el Leteo, con plácida corriente, no recordando las vicisitudes del recorrido. Cerca, el Meandro, retuerce su pesado caudal, indeciso en sus vueltas, si entregar las aguas o regresar a las fuentes. El Aqueronte afligido por su escaso caudal, mientras el Cocito llora su transformación en apestosa ciénaga. Todos llegan, cargados de restos de vida, a la laguna, inmóvil, incierta e inquietante de las aguas de la Estigia.
Bello poema e ilustración. 👏👏💫💫✨✨✨
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