Luna

Cuando la mariposa

oscura de la noche

va envolviendo todo

en su aletear sin freno,

aparece en el horizonte

serena, inquietante,

iluminando hasta donde

la penumbra deja,

con una luz prestada

fría y enigmática.

Empequeñecida

sigue su no trazada senda,

dispuesta a alcanzar

al que tanta luz le sobra

desapareciendo

detrás de la montaña.

Cansada del camino

va perdiendo el rumbo

y cree perder el rostro,

derritiéndose como a Ícaro las alas

en su afán de acercarse

al que lo ilumina todo.

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