Amanece un nuevo día.
¿De verdad es nuevo?
Un día es igual a otro,
No hay diferencia entre ellos
aunque se les haya dado nombres
para contentar a los dioses.
El placer o el dolor
los hacen diferentes.
Tú debes erigirte en dios
haciendo cada día a tu antojo,
degustando lo bueno con placer
trasformando lo malo en deleite.
Desabrocha los sentidos,
abre las cancelas,
quítate gorros, tiaras y correajes.
Entrégate a la bacanal de la vida,
el castigo es no llegar al fondo del placer.
Deja libre los sentidos,
la culpa se inventó para no sentir.
La inventaron los rijosos dioses,
el dios rígido de la barba,
o el vegetariano de la pasividad,
y todos fabricados por nuestra inseguridad.
