A veces el tiempo parece detenerse pararse en su alocada voracidad de vida consumida sin apenas degustarla. Nada ocurre Parece que solo los aromas se mueven y las gotas de lluvia en los invernales árboles, como incipientes hojas a punto de salir, se tambalean sin brisa, atesorando un brillante en su interior... Quietud, eternidad de un instante, sin detenerse sigue, empuja una acuosa hoja otras acompañan la caída en la clepsidra del universo no hay vejez en el tiempo se sucede nuevamente en un movimiento inexorable... Sin saber cuánto durará