Vientos

El fuerte y húmedo soplo del Céfiro 
me arrastra, cabalgando,
en las olas del estruendoso mar
suavizada por blanda espuma.
Hacia qué lugar me llevara esta barca,
de toscas tablas y alocada vela,
que muchas veces no se ni manejar.
Qué puerto veré en lontananza,
que me permita arribar, y descansar
estos huesos ateridos y cansados de navegar.
Vagando por la tierra inmensa,
seguro estoy que me esperan
aun grandes aventuras, nuevas
navegaciones sin barca,
por boscosos valles y altas cumbres,
sin miedo bajo una ola a zozobrar,
donde los caminos son más definidos
y sopla el cálido y acariciante Noto.

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