Durante muchos años la palabra opaco y su concepto asociado, me traía la imagen de un vidrio de una ventana que el maestro ponía como ejemplo y al que todos intentábamos traspasar con la mirada para comprobar el efecto. Yo recuerdo quedar estupefacto ante ¡Tanta maravilla! al alcance de la vista. Con ella recorría el aula en busca de ejemplos que el maestro pudiera usar y en qué casos, Pensando que en la arquitectura de la escuela se había previsto todo como material didáctico. En una brusca brisa, con la ventana abierta, de un golpe, se hizo añicos el vidrio. Después de permanecer el hueco tapado con un papel de periódico, un día estaba sustituido por uno transparente. Pero el maestro nunca lo utilizó como concepto.