Arriba en un cielo azul
pegado a la altura de los árboles,
un sol frenético por brillar,
despierta al bosque con ayuda
del parloteo insistente de los pájaros.
Despierta a la vida el silencio
del olvido natural del mundo
que la noche derrama.
Los rayos van invadiendo cada resquicio
y espero con impaciencia su llegada
a la florida mimosa y ver cómo enciende
e ilumina, como gotas de rayos,
cada flor del amarillo árbol.
