Es de noche en el erg. En el borde inestable de una duna, brilla insistente por los no rayos de la luna, un diminuto grano de cuarzo, que indiferente ante la vasta lejanía, admira desvanecerse en la oscuridad el brillo de otros granos, ¿de igual naturaleza e iluminados por iguales silenciosos resplandores? La fugacidad del tiempo parece detenida. De la oscuridad un brillante cuarzo ha caído. Con esas brisas estelares, en la duna, se mueve el borde arenoso y la estrella brillante, se desestabiliza y rueda duna abajo. Desvaneciéndose.