Martín pescador

Los días de alción son templados y tranquilos.
Un dios sol brillante y sangriento,
reflejado en cualquier playa no es un misterio.
Los límites de todo se han desvanecido.
El mundo se manifiesta en toda su crudeza,
ante la arrogancia humana de ser dios,
tratando de agarrar y asir el más allá,
el dios eternamente inalcanzable.
Pero, éste hace una tregua, en el vano esfuerzo,
templando y amainando los vientos,
para que el Martín pescador,
rehaga y ordene su nido

Foto: MJ Udina

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