Sonidos del otoño

Se ha adentrado el otoño
imperceptiblemente.
Quiero ver los colores del bosque
por si coinciden con los que
en mi mente tengo acumulados:
encendidos dorados y ocres
que desprendiéndose de las ramas,
alfombran decorando todo el suelo.
He oído llegar el otoño silbando
sus ráfagas de aire, azotando
contra los cristales algunas hojas
de abedul de un verde descolorido
y algunas gotas de lluvia que
lamen y descienden por los cristales.
Acerco la mirada al paisaje
hasta hallar la menuda diferencia
que separa unas hojas de otras,
unos árboles de otros, antes
en un amasijo de grises y verdes,
sin contornos definidos.
Distancia en la que los sonidos,
surgen y se perciben más nítidos:
las metálicas hojas, perdida su humedad,
crujen al ser rozadas por el viento;
Algunas gotas caen sobre
las hojas del suelo en un sordo quejido.
El pájaro mueve la rama al iniciar su vuelo
y se escucha, tenue, vibrar la rama.

Queriendo mirar los colores del otoño
acabé escuchando sus sonidos.

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