Cubre tu cuerpo parte del horizonte
Interrumpiendo el inmenso acuoso,
A cada lado las olas partidas,
reparten por igual la espuma blanca.
Altivas y silenciosas pasan las nubes,
que no cubren del todo el cielo,
derramando azules estivales
ensartados en lanzas doradas,
brasas incendiando la arena.
Un intenso perfume a mar,
acompaña a una corriente de sudor
que sube desde el fondo de la arena ardiente,
en una prisa interna, desaforada,
como un mar interior de alocada ola,
rompiendo en los acantilados,
entre labios y dientes, en un beso,
infinito y permanente