Atravieso el bosque

Atravieso el bosque
después de haber llovido.
Húmedo mundo de brillos,
de impacientes gotas,
que estáticas titilan a la espera
de un destino truncado,

El sol se inmiscuye entre las hojas,
biselando la luz de
las inquietantes gotas,
que terminan desprendiéndose, 
abismándose solas,
sin pertenecer  a nada,
en un infinito de secas hojas.
Rompiéndose en mil brillos,
desechos del cuerpo de agua

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