(A Charo)
Pasan volando hojas verdes de abedul cuando un rayo de sol entre nubes, penetra a través de los cristales e incide, en la pared, justo ahí, debajo de uno de los cuadros con paraguas. Casualidad que haya dejado de llover. Antes ese punto, sin sol, permanecía anodino, callado, insignificante y ahora, rato llevo, ensimismado en él, a la espera que el tiempo defina la fugacidad de un cambio.
